lunes, 23 de marzo de 2009

Las calles del Barrio Rawson

En las calles del breve triángulo del Barrio Rawson, junto al predio de la Facultad de Agronomía, conviven hombres de letras y hombres de espada, un caudillo, un médico, un funcionario y un fundador de Buenos Aires. Viven en los nombres de las calles, que evocan a personalidades de otros tiempos, muchas de ellas desconocidas para la mayoría.

Julio Cortázar

No es el caso de Julio Cortázar, la calle eje del barrio, que supo ser el extremo noroeste de la serpenteante Espinosa y en los años 90 fue rebautizada en este tramo de Agronomía, en homenaje al autor de Rayuela, el vecino más eminente que tuvo el barrio. Nacido en Bruselas y asentado en Europa la mayor parte de su vida adulta, Cortázar vivió entre 1934 y 1951 frente a la Plaza Carlos De la Púa,en un departamento de la calle Artigas, a metros de la que hoy lo reuerda . Aquellos fueron sus años de juventud (entre los 20 y los 37), y allí escribió sus primeros trabajos, entre ellos los cuentos que incluyó en Bestiario. Después partió a París; en el barrio permanecieron su madre y su tía, que vivieron en el mismo departamento hasta principios de los años 70.

José Gervasio Artigas


La calle en la que Cortázar vivió es otro eje del Barrio Rawson y recuerda, claro, al Protector de los Pueblos Libres, el gran caudillo federal rioplatense que había nacido en Montevideo en 1764 y ejerció su influencia benéfica en un amplísima zona de las Provincias Unidas, que incluía por cierto a la Banda Oriental, pero también a las actuales provincias argentinas de Entre Ríos, Corrientes y Misiones y llegaba hasta Santa Fe y Córdoba. Fue capitán de los Blandengues (el cuerpo de policía fronteriza de la Corona Española) en Colonia de Sacramento, pero en 1811 se puso a las órdenes de la Junta Grande en Buenos Aires y su actitud alentó el levantamiento de los orientales contra las autoridades españolas, que se encarnó en el Grito de Asencio. Volvió de Buenos Aires a la otra Banda y fue proclamado Jefe de los Orientales. Las Instrucciones que escribió para los diputados que representarían a la Banda Oriental en la Asamblea del año 1813 constituyen uno de los textos más sólidos del federalismo de estas tierras. Su posición autonomista e integradora no fue escuchada. Se refugió en Paraguay en 1819. Nunca regresó. Murió en Paraguay en 1850.

Eugenio Ramírez

El caso de la calle Eugenio Ramírez es muy curioso, porque su nombre - gesto de economía legislativa del Consejo Deliberante de 1945- no homenajea a una persona, sino a tres, tres generaciones de Eugenios Ramírez. El primero fue guerrero de la Independencia, oficial de San Martín, teniente coronel y portaestandarte en Chacabuco y Maipú.
Su hijo nació en Corrientes. Fue ministro de de gobierno de Derqui y se destacó como médico y sanitarista: fue docente y tratadista y director de la Asistencia Pública desde la revolución de 1890. Desde allí, por primera vez, él dispuso que los enfermos tuberculosos internados en los hospitales fueran concentrados en una Casa de Aislamiento, habilitada durante la intendencia de Torcuato de Alvear, en salas llamadas especiales que eran solamente. A partir de esa iniciativa se dispondría tres años más tarde la construcción de un sanatorio especial para tuberculosos. En 1897 el Dr. Telémaco Susini, que ocupaba la Dirección de Asistencia Pública que había ocupado Ramírez, presenta el proyecto de un futuro hospital-sanatorio en Villa Ortúzary el intendente Bullrich dispone la construcción de dos pabellones con capacidad de 50 camas cada uno. Ese sanatoirio sería el actual Tornú, que recién se inauguraría en 1904.
El tercer Ramírez recordado por la calle del Barrio fue hijo del gran médico, pero elegiría la profesión de su abuelo: sería militar y encontraría la muerte en 1926, cuando ocupaba la Inspección de Caballería del Ejército.

Rodrigo de Cepeda y Ahumada

Esta callecita del barrio memora nada menos a que uno de los hermanos de Teresa de Avila, Santa Teresa de Jesus: en rigor su hermano más querido, nacido en 1511 en la aldea de Gotarrendura donde los padres de la infanta solían pasar el invierno.
La situación interna de la sociedad española atravesaba momentos críticos. La política belicosa de Carlos V agotaba las fuerzas de la nación. La organización deficiente de la industria y el comercio, la carestía de la vida, la dispersión de los españoles y los compromisos con el extranjero, eran una amenaza que inquietaba a la clase media. La mayoría de los hidalgos no tenían otro porvenir que el de las armas. Los hermanos de Teresa no eran una excepción. Las historias que llegaban de los conquistadores de Indias corrían como una leyenda y con ellas la fiebre de partir, luchar, vencer y alcanzar gloria y fortuna más allá de los mares.
Hernando de Ahumada el mayor de los hermanos pudo partir 1.534 en compañía de su primo Hernando de Cepeda.
Rodrigo de Cepeda y Ahumada, segundo hermano de Teresa, se embarcó después: el 3 de agosto de 1535 Formaba parte de la brillante expedición del Adelantado D. Pedro de Mendoza con destino al Rió de la Plata que zarpó del puerto de Sevilla el 24 de agosto. Así fue fundador de Buenos Aires con Mendoza y sobrevivió a la muerte del Adelanatado, producto de la sífiles. Rodrigo acompañó al capitán Juan de Ayolas, se internó en el Chaco. Murió finalmente en Paraguay, batido por indios payaguaes. Corría el año 1557.
Teresa lloró a su hermano, que había sido su amigo y confidente desde la infancia, “Murió como mártir –dijo- porque murió en defensa de la fe".


Máximo Zamudio

En 1904, el año en que se inauguraba Agronomía y Veterinaria, el Concejo Deliberante porteño resolvió cambiar de nombre a la calle Florencia, que pasó a llamarse Máximo Zamudio.
El padre de Máximo Zamudio –Juan Gregorio de Zamudio y Echenique, hijo de un vasco funcionario de la Corona española- fue ya un criollo, el primero de esa estirpe: nació en Córdoba en 1750 y llegó a ser secretario del Virrey Joaquín Del Pino. Se casó dos veces; Máximo nació en 1789, del primer matrimonio, con Ana Josefa de Gaete.
Cuando se encontraba en su primera juventud, Máximo Zamudio fue envuelto por los vientos de la revolución, que lo convirtieron en militar. Peleó durante las invasiones inglesas y luego fue parte del Ejército del Norte, luchó en el Alto Perú, fue ayudante y secretario de Juan José Castelli. Formaría parte de las tropas libertadoras de Chile y Perú. Se estableció en Lima, convertido en general del Ejército peruano. Falleció en La Paz en 1847.

Pantaleón Rivarola

En 1945 el Concejo dio a una calle del Barrio Rawson el nombre del doctor Pantaleón Rivarola, un sacerdote natural de Buenos Aires, capellán del regimiento del Fijo, muy dado al cumplimiento de sus santos deberes; versado en la literatura antigua y en la historia de su patria y uno de los primeros antecedentes de poesía rioplatense. Rivarola escribió dos largos romances describiendo la gloriosa reconquista y la gloriosa defensa de la capital del virreinato en los años de 1806 y 1807. Escribe Juan María Gutiérrez en sus Apuntes Biográficos de Escritores, Oradores y hombres de Estado de la República Argentina : “Al emplear un metro vulgar y un estilo que raya en prosa desaliñada, tuvo en vista el que sus producciones - palabras textuales de Rivarola- se hiciesen familiares con el pueblo y fuesen cantables para los labradores, para los artesanos, para las mujeres, en los campos, en los talleres, y hasta en las plazas públicas.

Francisco de Uzal

El pasaje Uzal recuerda a quien iniciara su carrera militar en las jornadas militares de 1807 en Buenos Aires, frente al invasor británico para desarrollarla luego en distintos campos de batalla, como comandante del Ejército del Norte y como hombre de la organización nacional.
Su carrera castrense lo hizo topógrafo y a él se le deben mapas clásicos de la zona ribereña (Tigre, San Fernando, Las Conchas) y la delineación de los actuales partidos de Olivos, Vicente López, San Isidro y San Fernando.

Pedro Zaldívar

En septiembre de 1945 el Concejo Deliberante quiso rendir homenaje con el nombre de esta calle a un probo funcionario municipal. Pedro Zaldívar (1886-1991) fue Director de Rentas y Director de Tránsito en la ciudad de Buenos Aires y fue uno de los primeros organizadores de la Policía Municipal, inspirador de las primeras ordenanzas sobre ruidos molestos. Su jerarquía fue reconocida en vida, pues se le otorgó el rango de delegado del Municipio en las recepciones en Buenos Aires al presidente de Brasil, el paulista Manuel Ferraz de Campo Salles, en 1900, y a la Infanta Isabel de Borbón en 1910, durante los festejos del Primer Centenario.

sábado, 7 de marzo de 2009

Inseguridad: ¿También en Agronomía?

El Barrio Rawson se ha mantenido durante mucho tiempo (con algunos paréntesis)un poco al margen de las ondas de inseguridad que atraviesan la ciudad de Buenos Aires. El hecho de contar con un servicio de vigilancia propio, más allá del patrullaje que ocasionalmente hace la Policía Federal, contribuyó a esa tranquilidad.
Lamentablemente, el conjunto de los vecinos empieza ahora a experimentar algún desasosiego, porque se han producido en las últimas semanas episodios de violencia, amenazas y robos a niños, ataques a culatazos. Otras situaciones han sido evitadas o neutralizadas por el servicio de custodia, integrado por un grupo de policías retirados.
La nueva situación requiere de los vecinos un cambio de actitud. Acostumbrados por años a la mansa paz del barrio, ahora hay que cambiar a una actitud más alerta, a reconocer caras extrañas, adivinar malas intenciones. Y también a observar solidariamente la casa de los vecinos, adoptando medidas de seguridad que han sido practicadas con éxito en otros barrios.
El sábado 7 de junio, en Cortázar y Artigas una asamblea de vecinos decidió comenzar a poner en práctica criterios colectivos de seguridad, organizarse cuadra por cuadra implementar sistemas de alarma rápida ante situaciones de peligro. La asamblea entró en cuarto intermedio hasta el martes 10 de marzo a las 20 horas, en la Placita Carlos de la Púa